El departamento Bespoke de Rolls-Royce no descansa en verano. El Wraith Inspired by Music mostrado hace unas semanas ya tiene con quién pasar el resto de agosto. El nuevo fruto de este equipo retoma el Phantom y vuelve a ligarlo al mundo de la navegación con el ejemplar único Nautica, aunque en este caso parte de la berlina.

Comparado con el Drophead Coupé Waterspeed Collection, esta unidad se presenta más apropiada para los que aprecian una decoración más mesurada y señorial. La carrocería mezcla el Arabian Blue del techo y los pilares con el Orchid White de la mitad inferior. El mismo patrón se emplea en las llantas.

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El Phantom Nautica prescinde de emblemas ostentosos: unas finas franjas azules recorren los laterales e integran una minúscula ancla dibujada sobre las aletas delanteras. El habitáculo se transforma en el puente de una embarcación de lujo: las maderas y otros materiales que cubren el salpicadero transmitirán la sensación de gobernar el timón de un yate que surca las aguas de la Costa Azul o el Golfo Pérsico.

El toque definitivo, además del ancla retratada sobre la tapa de la guantera, lo pone el compás o brújula náutica que se guarda en el cajón escondido sobre la consola central. Rolls-Royce llega tarde para presentar el Phantom Nautica en Pebble Beach, pero puede que atraque en el rincón de la marca en el Salón de Frankfurt.