Hace unas semanas os traíamos un vídeo que se hizo viral en apenas unos días y que quizás a alguien se le había pasado alguna vez por la cabeza. Básicamente, consistía en llenar el depósito del coche con una mezcla formada por gasolina y Coca-Cola, para ver cuáles eran los efectos en el funcionamiento del motor.

La idea la llevo a cabo un ucraniano afincado en California sobre un BMW 325i y como pudisteis comprobar el experimento de TechRax no salió para nada bien. Sin embargo, ese resultado no parece haber afectado a nuestro intrépido amigo y ahora ha tenido otra brillante idea relacionada con la anterior, con la diferencia que esta vez en lugar de usar la bebida gaseosa utiliza nitrógeno líquido.

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El conejillo de indias vuelve a ser un BMW, un Z3 en esta ocasión, en unas condiciones muy lejanas de su estado original y en el que podemos ver como faltan muchos elementos de la carrocería en su parte delantera. En este nuevo experimento, TechRax añade 3 litros del citado líquido, el cual se encuentra aproximadamente a una temperatura que ronda los -200 °C, y se dispone a dar una vuelta con su deportivo alemán para comprobar que sucede.

No os vamos a desvelar el resultado pero sí os diremos que pasados unos segundos el medidor de temperatura está prácticamente al mínimo y el frio se cuela en el interior creando una situación que no parece ser cómoda en absoluto, como indica el propio TechRax. Lo mejor será que veáis el vídeo por vuestra cuenta y saquéis conclusiones.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta