Seguro que alguna vez lo has oído, puede que incluso lo hayas experimentado en una situación extrema al volante. Pero es un problema real que debemos tener en cuenta para también saber cómo reaccionar ante él. Su nombre es aquaplaning y en días como estos en los que caen grandes cantidades de lluvia podemos llegar a sufrirlo, llegando a perder totalmente el control de nuestro coche si no tomamos una serie de precauciones al volante cuando la carretera está mojada.

Para ello la Dirección General de Tráfico ha mostrado en Twitter una publicación y un vídeo que nos muestra qué tipo de situaciones pueden provocar el temido aquaplaning, porque más allá de la ya conocida situación de un pavimento encharcado también el hecho de que llevemos neumáticos desgastados o con baja presión o una velocidad excesiva pueden hacer que perdamos el control de nuestro vehículo.

En el vídeo podemos ver todos los detalles para comprender por qué se produce el aquaplaning, que tiene mucho que ver con el contacto (o falta de él a causa del agua) que hay entre el neumático y el asfalto, y cómo actuar en caso de sufrirlo. Consejos muy importantes para evitar que esa pérdida de control se convierta en un accidente.

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Como vemos el aquaplaning se produce porque los canales que forman el dibujo del neumático no son capaces de evacuar todo el agua que hay en el pavimento. Basta una fina capa de agua para que el neumático deje de tener contacto con el asfalto y de esa manera el coche flote, perdiendo todo el agarre y por tanto el control del coche.

Esa falta de evacuación del agua se acentúa cuanto más rápido vamos, porque el neumático no tiene tiempo para soltar toda esa agua, algo aún peor cuanto más desgastados estén y menos dibujo haya, porque es el dibujo del neumático lo que permite la evacuación del líquido. Cuanta mayor superficie del neumático sobre el asfalto más riesgo corremos de sufrir aquaplaning por eso es importante también tener una presión correcta de los neumáticos para que esa superficie no aumente.

Una vez nos hemos encontrado con el aquaplaning la DGT da varios consejos, el primer sujetar firmemente el volante y no dar giros bruscos, levantar con suavidad el pie del acelerador, para que la propia densidad del agua vaya frenando el coche solo, y sobre todo no pisar el freno, ya que eso haría bloquear las ruedas provocando que el coche patine aún más. Con todos estos pasos puestos en práctica el coche debería recuperar el agarre y la dirección. Junto con toda esta reacción otro importante aliado es la calma. Es importante mantenerse tranquilo y siempre con las manos en el volante.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.