Nuestro protagonista es un ciudadano chino que dejó escrito en su testamento que al morir manifestó que quería ser enterrado en un coche en lugar de en un ataúd, según publica The Daily Mail.
El hombre, de apellido Qi, falleció en una pequeña aldea de China, Hebei, así que sus familiares al conocer su testamente buscaron un coche para cumplir su deseo. El vehículo elegido fue un Hyundai Sonata que compraron estos familiares por 1.557 dólares.
Además, para inmortalizar el momento toda la secuencia se grabó en vídeo. Se aprecia que la fosa tuvo que ser adaptada para que cupiese el vehículo perfectamente. Esta es la secuencia completa.
El increíble caso del Ford F-250 de un fontanero texano que acabó en manos de rebeldes sirios