"No firmaré ningún pacto de coalición tras las elecciones al Bundestag (Parlamento) que no incluya la introducción de un peaje a conductores extranjeros", declaró Seehofer al dominical "Bild am Sonntag". La idea es frontalmente rechazada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, partido hermanado con la CSU bávara, así como por el conjunto de la industria de la automoción. Sin embargo, Seehofer parece determinado a convertirlo en caballo de batalla electoral, tanto en las elecciones regionales de Baviera, el 15 de septiembre, como en las legislativas, una semana después.

Alemania es de los pocos países europeos donde la conducción por autopistas está libre de peaje para los automóviles, aunque desde 2005 sí lo hay para los camiones.

La idea de Seehofer se ha tachado de populista por la oposición socialdemócrata, según la cual solo es discriminatorio sino que además no generaría grandes ingresos, puesto que sólo un 5% de los automóviles que circulan por Alemania son extranjeros.

El líder bávaro sostiene, por contra, que no es de recibo que los alemanes paguen peaje cuando viajan por Europa y no lo hagan los conductores extranjeros de tránsito por Alemania.