Más de siete millones de vehículos con más de diez años de antigüedad circulan por nuestras carreteras y es que el envejecimiento de nuestro parque móvil avanza de forma inexorable. Según el último estudio llevado a cabo por ANFAC, la asociación de fabricantes e importadores, la edad media de nuestros vehículos alcanza ya los 12 años, 12,5 en el caso de los industriales ligeros y nada menos que 14 en los pesados.

Estos datos arrojan un panorama preocupante, especialmente a nivel medioambiental, pero también en materia de seguridad porque “cuanta más edad tiene un vehículo, menores son los sistemas de seguridad que lleva instalados”, recuerda este organismo. “La mayoría de los vehículos antiguos no cuentan con sistemas que son de serie en los nuevos como los frenos ABS, el control electrónico de estabilidad ESC, el indicador de la presión de los neumáticos o las luces diurnas”, subraya ANFAC que aporta datos de siniestralidad todavía más alarmantes.

En 2017 la edad media de los turismos implicados en accidentes mortales se elevó a los 13,8 años.

Por otro lado, un vehículo actual, con homologación Euro 6, emite un tercio menos de C02 y un 85% menos de NOx que uno de hasce sólo diez años, una brecha muy importante. Bien, pues a pesar de todo ello, sólo en Madrid hay 400.000 vehículos diésel de más de 15 años que reemplazados por unos Euro 6 que emplearan el mismo combustible generarían una reducción en las emisiones de óxidos de nitrógeno equivalente a la retirada de 2,6 millones de vehículos de la ciudad.

ANFAC reclama al gobierno políticas activas para promover la renovación de un parque móvil que de no acelerarse, dejará un panorma en el año 2026 de cuatro millones de vehículos con una edad superior a los 20 años circulando por nuestras carreteras.

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