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A primera vista, nada hacía presagiar que la noche pudiera torcerse tanto. Después de todo, el Micra era un coche pequeño, sí, pero el Picanto también y aquello resultó inolvidable. Sin embargo, al Nissan no sólo le falta tamaño y atractivo, tampoco le pone ganas y eso es crucial. Estamos ante un coche repleto de excusas para eludir el sexo, por eso, más vale no intentarlo demasiado sino queréis salir escaldados.

Para empezar, descubrimos que la iluminación interior es casi inexistente. Un diminuto plafón enfocado hacia delante nos priva del imprescindible juego de miradas. Después, un gran techo acristalado nos anima a abrirlo inmediatamente para coger ambiente, pero entonces caemos en la cuenta de que no se abre, es fijo. No pasa nada, al menos podremos ponernos románticos viendo las estrellas, pensamos mientras reclinamos un asiento delantero que, ¡sorpresa! tampoco se reclina del todo. Sólo 140 grados que nos dejan en una postura de lo más asexual. Entonces, decidimos salir para entrar por la parte trasera, pero nada más abrir nuestra puerta la alarma se dispara automática e irreversiblemente rompiendo la calma del lugar. ¿Qué más nos puede pasar?, pues sí, lo que están pensando, detrás el asiento es demasiado pequeño y la altura disponible escasa. Nos toca volver delante, pero esta vez para arrancar e irnos con la música -sensual- a otra parte, ¡qué decepción!

Lo mejor
Reclinar los asientos hacia delante y quedarse atrás

Lo peor
Escasa luz, espacio y modularidad

8º - AUDI A1: NO SÉ QUE HACER CONTIGO ver reportaje y fotos >

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.