Nico Rosberg vuelve a la carga en su canal de Youtube y nunca mejor dicho. El alemán parece haberse especializado en vehículos eléctricos y tras mostramos el potencial de la Energica Ego, la motocicleta deportiva de cero emisiones, ahora se ha puesto a los mandos de un NIO, aunque no del que nos hubiera gustado ni a nosotros, no a él, por lo que parece…
Recordemos que esta marca china se ha posicionado como la gran alternativa a Tesla acaparando una gran atención mediática gracias al deportivo EP9, un modelo desarrollado junto a su equipo de Fórmula E NextEV TCR y que consiguió una vuelta en Nürburgring en sólo 7 minutos, 5 segundos y 12 décimas, un registro mejor que el de los Nissan GT-R Nismo o Porsche 911 GT2 RS, entre otros. Bien, pues en su visita a la sede de la marca en Shanghai, Rosberg tuvo la ocasión de mantener un breve contacto con este supercar eléctrico, aunque a la hora de conducir, los representantes de la marca le cedieron otro muy distinto, el ES8.
En efecto, hablamos de un coche bastante menos emocionante aunque quizá tan interesante como el primero. Se trata de un SUV de gran tamaño –roza los 5 metros de largo–, con siete plazas y hasta tracción total que incorpora una mecánica 100% eléctrica de 335 CV. Sus datos oficiales hablan de una autonomía en ciclo homologado de 300 kilómetros y de una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y de 0 a 50 en 2,2 algo que puede convertirlo en el rey de los semáforos de cualquier ciudad.
Eso es lo que dicen sus cifras sobre el papel, ahora deja que todo un campeón del mundo de Fórmula 1 te demuestre de lo que es capaz este NIO ES8 en la vida real.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
