El invierno, con sus heladas, temperaturas bajo cero, lluvia y la amenaza de nieve, ya está aquí y ante esta situación es recomendable revisar las condiciones del vehículo y entre ellas con especial atención los neumáticos. Mirar si están en correcto estado, sus presiones y desgaste y si toca –la profundidad del dibujo debe ser como mínimo de 1,6 mm– cambiarlos. Es aquí precisamente donde pueden surgir algunas dudas, sobre todo ante la proliferación de los llamados All seasons –todo tiempo–.

Estos neumáticos son aptos tanto para conducir en condiciones invernales (incluso con nieve) como en verano, pero hay que seguir una serie de recomendaciones. El director de comunicación de Goodyear, Héctor Ares, nos responde a las preguntas más habituales sobre este tipo de neumáticos.

1.- ¿Para qué tipo de clientes están recomendados?

Históricamente, en España, el neumático estándar o normal es el de verano, pero eso debería cambiar. Según estudios de Goodyear, el 80% de los accidentes de tráfico en invierno ocurren en carreteras con asfalto mojado y en muchas ocasiones, con frío. Es ahí, en esas condiciones tan críticas y peligrosas, cuando el neumático de verano no responde, ya que pierde sus propiedades.

Muchos de esos accidentes se podrían evitar si llevásemos neumáticos todo tiempo, ya que están fabricados para ofrecer un mejor rendimiento en cualquier situación climatológica, especialmente en los periodos de mayor riesgo, como frío, lluvia o pequeñas nevadas. Tanto es así que incluso tienen homologación de invierno, con el marcaje de la montaña de tres picos, que les habilita para circular sin necesidad de cadenas.

Así pues, consideramos que el neumático todo tiempo es el que deberían montar la mayor parte de clientes que hoy en día utilizan, durante todo el año, neumáticos de verano.

2.- ¿Son adecuados para todo tipo de vehículos? ¿Es qué medidas están disponibles?

Actualmente Goodyear comercializa neumáticos todo tiempo para todo tipo de vehículos, tanto para turismos como para furgonetas. En total la horquilla de medidas va desde las 13 hasta las 20 pulgadas, con lo que se cubre una gran parte del parque automovilístico español.

3.- ¿Cómo logran un correcto funcionamiento tanto a altas como a bajas temperaturas?

El tipo de compuesto que utiliza Goodyear es uno de los elementos más característicos de las cubiertas todo tiempo. Los compuestos de los neumáticos de verano se endurecen siempre que la temperatura ambiente baja de 7 grados centígrados, algo muy habitual en España en muchas épocas del día y del año. Y cuando se endurece, es cuando llegan los accidentes, ya que la superficie pierde sus propiedades de agarre.

Los neumáticos todo tiempo cuentan con un compuesto más similar al de los de invierno que al de los de verano, de ahí que mantengan sus propiedades de agarre en situaciones de frío. Además, también cuentan con un compuesto llamado sílice, que mejora las propiedades de agarre en condiciones de lluvia y frío.

4.- Cada vez tienen más presencia en el mercado. ¿Esta tendencia seguirá creciendo en el futuro?

Sí, porque este crecimiento responderá a una necesidad de los conductores, que sentirán cómo viajan más seguros con neumáticos todo tiempo que con los tradicionales de verano. De hecho en los últimos cuatro años su cuota de mercado se ha duplicado. Hoy en día ya se venden más cubiertas todo tiempo que de invierno en España, y es de esperar que esa tendencia se mantenga en el futuro y se duplique la cuota actual en los próximos cuatro años.

5.-¿Es cierto que se duran menos que los de verano y los de invierno?

No. Un neumático de verano se desgasta de forma óptima en el periodo estival, pero durante el invierno sufre desgastes poco uniformes porque no están creados para esas condiciones climáticas. Lo mismo ocurre si montamos en verano neumáticos de invierno, su desgaste no es óptimo porque no los estamos utilizando para las condiciones para las que fueron creados.

Los neumáticos todo tiempo tienen un tipo de compuesto y una construcción que permite que el desgaste sea más regular durante todo el año, lo cual redunda en niveles de desgaste similares a los de sus hermanos de verano o invierno cuando se usan correctamente.