Los objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que entrarán en vigor en Europa en 2021 podrían traducirse en multas millonarias para los fabricantes. En caso de que no cumplan con las nuevas exigencias, las marcas se enfrentarán a sanciones de entre 2.403 y 11.198 millones de euros, según un informe elaborado por la agencia de calificación Moody’s.

Dicha publicación informa de que los fabricantes están trabajando en el desarrollo y la producción de vehículos eléctricos para alcanzar los objetivos de emisiones, pero indica que muchos no podrían cumplir estas exigencias. Las marcas que no cumplan con esta normativa, tendrán que abonar en Europa una multa de 95 euros por cada gramo de más que emita cada uno de sus coches.

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Según los datos del informe, Toyota sería la marca mejor posicionada en el peor de los escenarios. La firma japonesa sería la única del sector que cumpliría con los objetivos de emisiones en Europa, así que no tendría que enfrentarse a ningún tipo de multa. La previsión es que su cifra de emisiones se sitúe en 88,5 gramos por kilómetro en 2021.

A partir de aquí, todos los fabricantes tendrían que enfrentarse a sanciones por incumplir el límite de emisiones. Las marcas que sufrirían un menor impacto por las multas en este escenario serían Volvo Cars, con 57 millones de euros en sanciones, y Jaguar Land Rover, con 141 millones de euros.

En el otro lado de la balanza se sitúa Volkswagen, que sería el fabricante más expuesto a las sanciones. El fabricante alemán tendría que hacer frente a multas de 3.869 millones de euros, teniendo en cuenta sus ventas europeas en 2017, con una cifra de emisiones de 11,5 gramos por kilómetros por encima del objetivo de 95 gramos de 2021.

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Fiat Chrysler Automobiles también se enfrentaría a cuantiosas multas en este escenario, teniendo que asumir un pago de 1.344 millones de euros en 2021, con una desviación de 14,5 gramos sobre el objetivo. En el caso de Hyundai, la cuantía de las sanciones se sitúa en 1.222 millones de euros, sobrepasando en 13,5 gramos el objetivo.

En caso de una adaptación lenta a la regulación medioambiental en 2021, Daimler tendría que asumir una multa de 1.141 millones de euros. Ford también se enfrentaría a sanciones de 1.120 millones de euros en este escenario.