Y es que Ken Block no es el único que hace este tipo de espectáculos. En los últimos años las gymkhanas para demostrar las habilidades al volante, deleitar a los aficionados y dar de que hablar están a la orden del día. Cuanto más arriesgado y loco mejor. Lo último son los dúos de drifting en el que una motocicleta y un coche -normalmente turbo y con muchos caballos bajo el capó- queman rueda hasta la saciedad.

Por primera vez una gymkhana lleva el sello español, en concreto del piloto Modesto Martín, que se vale su habilidad y ‘manos’ para demostrar que una bestia de motor trasero y más de 400 caballos puede ser domada en múltiples escenarios.

En este aspecto rompe con lo habitual en este tipo de videos y nos lleva desde lugares como una gasolinera en el que se realiza un ‘pitstop’ ante las incrédulas miradas de los viandantes hasta otros como el lejano oeste o un centro comercial. Todos son protagonistas de excepción de las cruzadas contravolantes, trompos y olor a goma quemada que deja el Porsche 996 GT3.

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