Hablar de G-Power es, en la mayoría de los casos, hablar de un deportivo premium alemán cuya potencia ha sido aumentada hasta la mágica cifra de 800 CV. Los alemanes se ha convertido en todo unos expertos en este tipo de transformaciones con sedánes, familiares... pero aún no habían puesto sus manos en el Mercedes-AMG GT más deportivo de todos (con permiso del salvaje GT R Pro)
Así que con sus habituales soluciones han cogido el V8 4.0 biturbo del Mercedes-AMG GT R, y han pasado de unos 585 CV y 700 Nm de par, a un máximo de 800 CV y 850 Nm. Un aumento logrado con el uso del Performance Software V4 y algunas modificaciones en la mecánica como la instalación de una bomba de combustible de competición, pistones forjados ligeros con compresión reducida, nuevos turbocompresores con una turbina más grandes, sistemas de admisión con filtro de aire deportivo, entre otras novedades. Todo ello con un correspondiente refuerzo de la transmisión de doble embrague de siete velocidades para soportar en aumento de caballaje.
Y decíamos un máximo de 800 CV porque como es costumbre se ofrecen distintos niveles de potenciación para que el cliente elija el que más le interese. El Performance Sofware V3 con las mismas modificaciones mecánicas deja como resultado unos 750 CV y 800 Nm de par, mientras que la V2 baja hasta los 690 y 770 Nm acompañado de un sistema de admisión de flujo optimizado. Para los que no quieran un aumento significativo el Performance Software V1 ofrece unos más que suficientes 650 CV y 750 Nm.
En cualquiera de los casos este Mercedes-AMG GT R puede ir con un nuevo juego de llantas de aluminio forjado Hurricane RR con neumáticos 275/30 ZR20 Michelin en la parte delantera y 305/25 ZR21 en la parte trasera. También cuenta con nuevo sistema de escape con tres salidas con un sonido más contundente y unos pequeños adhesivos de G-Power en el lateral de la carrocería y el capó.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
