No es precisamente uno de los primeros Mercedes 300 SL ‘Alas de Gaviota’ que aparece abandonado en un granero pero atento porque en su día sí que fue uno de los primeros modelos de esta prestigiosa serie en salir de fábrica, algo que lo convierte en un objeto de lujo especialmente valioso.

Concretamente, estamos ante el 300 SL nº 43, producido en Stuttgart durante el año 1954 y abandonado a su suerte poco después hasta que ahora, cuando han transcurrido más de 60 años de su creación, ha sido descubierto en Florida, Estados Unidos.

La persona encargada de realizar el hallazgo fue Bill Warner, fundador y presidente de Amelia Island Concours y amigo cercano de su propietario. Cuando éste se dignó a abrir el trastero en el que descansa esta joya de la automoción, Bill no dudó en llamar a los chicos de ‘Hagerty’, habituales cazadores de estos tesos enterrados que no dudaron en acudir al lugar con su presentador Tom Cotter a la cabeza para mostrarnos con detalle este valioso ‘Gullwing’.

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Los especialistas en clásicos confirmaron la importancia del hallazgo como puedes comprobar en el vídeo y aunque destacaron también el estado de abandono en el que se encuentra el coche tras más de medio siglo parado, advirtieron también un gran valor en el mismo que oscila entre los 900.000 y los 1.300.000 dólares. Parece caro, ¿verdad? pero si te decimos que con una restauración adecuada este modelo podría ganar más de medio millón de dólares en cuestión de dos años –periodo necesario para dejarlo en perfecto estado–, ¿a que ya no te parece tan mala inversión? Seguro que no le faltan pretendientes…

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.