Estos nuevos radares se han hecho muy populares en poco tiempo. Son los Velolaser que acaba de adquirir la DGT –60 unidades y un coste de 860.310 euros– y que entre otras características incluyen WiFi y tecnología 4G, tecnología que permite que se puedan utilizar a distancia. Pero a pesar de todas estas características hay una que podría ser ilegal. Se trata del soporte que se utiliza para su sujeción, según confirma la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas –IMU–.

Esta ilegalidad radicaría en que la DGT no ha superado la Norma UNE EN 1317 que regula la instalación de un cinemómetro sobre barrera, dado que no se ha realizado ningún ensayo al respecto.

Estos soportes fueron adquiridos de forma separada para su colocación en el “guardarrail” y por ello deben cumplir una normativa específica.

Estos soportes fueron adquiridos de forma separada para su colocación en el “guardarrail” y por ello deben cumplir una normativa dado que esta barrera metálica de seguridad no permite la incorporación de elementos que no hayan sido certificados mediante la superación de las pruebas recogidas en la norma EN 1317.

Por ello, según la IMU la DGT debe, antes de poner el cinemómetro sobre la barrera, realizar las pruebas de comportamiento e impacto de la citada norma EN 1317, con el fin de garantizar que se pueda producir un desprendimiento y una proyección del dispositivo cinemómetro. También la DGT debe acreditar que no se alteran las condiciones exigidas por la certificación de la propia barrera.

Esta cuestión aún no ha sido acreditada por la DGT, que debería estar en posesión de los resultados de las pruebas y los informes correspondiente de testado y certificación.