La sentencia indica que el Juzgado de lo Penal número Tres de Murcia declaró como hechos probados -en una resolución que ahora se ve revocada- que el conductor que responde a las inciales P.T. conducía el 20 de junio de 2008 un ciclomotor por una calle de Alcantarilla "después de haber ingerido bebidas alcohólicas que le afectaba física y psíquicamente para una correcta conducción".

El accidente
Al llegar a un cruce, el ciclomotor del acusado y el coche que conducía M.S. -de origen senegalés- colisionaron, sufriendo el primero graves lesiones que tardaron en curar noventa días, entre ellas, un traumatismo cráneo-encefálico. "Sometidos ambos a las pruebas de alcoholemia -añadía la sentencia del Juzgado de lo Penal-, en el caso de M.S. fueron negativas, mientras que en el caso de P.T., tras diversos intentos, no se consiguió culminar ninguna, dada la ingesta alcohólica realizada". La jueza señaló también que "presentaba signos denotadores de la embriaguez que le afectaba: aliento con olor a alcohol, pupilas dilatadas, habla pastosa, con repeticiones de frases, y movimiento oscilantes de la verticalidad".

La sentencia concluyó con la imposición de nueve meses de multa, con una cuota diaria de seis euros, y la retirada del carné de conducir por veinte meses. El acusado, a través de su abogado, apeló la sentencia y la Audiencia Provincial de Murcia le ha dado la razón en una sentencia en la que se indica que "no se ha demostrado que la pérdida de equilibrio apreciada, pupilas dilatadas y habla pastosa respondiera a la ingestión de bebidas alcohólicas, sino al accidente sufrido".

Dos copas de vino en la comida
La Sala, que precisa que el acusado sólo había bebido ese día "dos copas de vino en la comida, que tuvo lugar a las 15 horas", cuando el accidente ocurrió hacia las 22:30 horas, indica en el nuevo relato de hechos probados que esa ingesta "no le afectaba física o psíquicamente para la conducción del ciclomotor". La sentencia dice asimismo que "el acusado no fue sometido a la prueba de alcoholemia, a pesar de hallarse en condiciones aptas para ello, conforme dijo uno de los policías locales, porque así se lo había dicho el médico". La sala concluye que los agentes incurrieron en algunas contradicciones respecto a la hora y el momento en que se practicaron las pruebas psicomotrices, lo que unido a la falta de la prueba de alcoholemia "hace que exista una duda razonable sobre la concurrencia del requisito de la afectación del autor como consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas".