La reciente quiebra de la R-2, que discurre entre Madrid y Guadalajara, ha puesto en entredicho la viabilidad de las radiales de peaje que se proyectaron con el objetivo de descongestionar el tráfico de salida de Madrid. La R-2 fue, precisamente, la primera de las radiales en abrirse al tráfico, inaugurada por el entonces presidente del Gobierno José María Aznar en octubre de 2003. Costó 411 millones de euros y nació con una previsiones de tráfico de 30.000 vehículos al día, el 10% pesados.

Nada más lejos de la realidad. La intensidad media diaria (IMD) de esta autopista se ha ido reduciendo progresivamente desde el inicio de la crisis. Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Fomento, en los cuatro primeros meses del año el tráfico de esta vía cayó un 55,5 % si se compara con los máximos que alcanzaba en el mismo periodo de 2007, coincidiendo con el "boom" de la economía.

Entre enero y abril, el tráfico medio diario de la R-2 (participada por ACS, Abertis, Acciona y Bankia) ha sido de 4.672 vehículos, 25.328 menos que los previstos, un 84,4 % inferior. En el acto de apertura de la vía, el entonces presidente regional en funciones y alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, dijo que esta autopista, como el resto de las inversiones del Estado en Madrid, suponía "una apuesta clara del Gobierno que muchas generaciones tendrán que valorar y agradecer".

Lo cierto es que la R-3, la R-4 y la R-5, todas ellas inauguradas en 2004, también han sido declaradas en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). La primera de ellas, que discurre entre Madrid y Arganda, se declaró insolvente en octubre del pasado año, al igual que la R-5, que conecta Madrid con Navalcarnero.

Hasta abril, el tráfico de estas carreteras había caído un 10,4 y un 11 % respecto a 2011. Pero si nos remontamos a los valores máximos que se contabilizaban en pleno esplendor, el descenso supera el 41 % en ambos casos. La disminución del tráfico ha sido mayor en el caso de la R-4, otras de las vías contempladas en el Plan de Infraestructuras del Transporte 2000-2007. La autopista de peaje que une Madrid y Ocaña ha perdido un 22,9% de su tráfico en los cuatro primeros meses del año con respecto a 2011 y un 60 % desde los máximos de 2007.

La notable caída del tráfico, el sobrecoste de las expropiaciones, la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, el incremento de los carburantes y la existencia -en muchas ocasiones- de carreteras gratuitas que cubren el mismo trayecto, ha llevado a siete autopistas de peaje al concurso de acreedores.

Junto a las radiales de Madrid, la AP-41, que conecta Madrid y Toledo; la AP-36, que discurre entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete); y la Cartagena (Murcia) y Vera (Almería) se han visto abocadas al concurso.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.