Han pasado solamente dos días desde que José Luis, dueño del concesionario de compra y venta del que se robaron los coches, explicara lo sucedido y ofreciera, además, 100.000 euros de recompensa a quienes encontraran el botín. Sin embargo, en este breve espacio de tiempo, la Policía ha recuperado ya diez de estos coches, es decir, prácticamente la mitad y todos ellos en la vía pública.

José Luis ha explicado que Policía “ha sido la única responsable del hallazgo de los coches y que ninguna persona ha llamado para reclamarle la recompensa”. Ahora mismo, el Grupo XXI de la Brigada de la Policía de Madrid sigue investigando los hechos, que fueron descubiertos por los trabajadores el sábado, cuando acudieron a su puesto de trabajo. Desde el lunes, la policía ha investigado los sucesos desde lo "insólito de que en el interior del concesionario estuvieran las llaves de los vehículos sustraídos”, según adelantó Cristina Cifuentes la delegada del Gobierno.

Cifuentes aclaró, además, que "es perfectamente legal ofrecer recompensas para recuperar efectos robados”, aunque ha destacado que, “independientemente de eso, la Policía siempre sigue trabajando”.

En la madrugada del viernes al sábado, los ladrones lo asaltaron y sustrajeron nada menos que 19 coches de alta gama, la mayoría todoterrenos, por valor próximo a los 500.000 euros. No conformes del todo con su botín, los ladrones causaron destrozos por valor de otros 200.000 euros, que elevan las pérdidas totales a unos 700.000. Entre los coches sustraídos figuran: Audi Q7, BMW X5 y M6, Mercedes ML y 350, Jaguar XK y Lexus RX 350h.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.