Cualquier persona en su sano juicio estaría más que contenta con el propulsor V10 de 5.0 litros que se encuentra bajo el capó del BMW M6 (E63) de segunda generación. Sus 507 caballos y sobre todo el sonido que emitían los diez cilindros cuando trabajaban a pleno rendimiento, son cosas que no se pueden olvidar fácilmente.
Sin embargo, alguien ha pensado que este M6 necesitaba un cambio radical y para ello ha decidido que la mejor forma de empezar era sustituir su bloque original por un motor rotativo de seis rotores.
El encargado de esta disparatada preparación ha sido AJ Racing Rotaries, el cual no se ha conformado con sólo el motor sino también con su caja de cambios, suspensión, frenos, sistema de escape y un interior completamente despojado de cualquier elemento que se te ocurra, salvo el cuadro de instrumentos y parte de la consola central.
Su motor rotativo ha recibido una puesta a punto por parte del especialista neozelandés KiwiRE y ha sido acoplado a una caja de cambios secuencial de seis velocidades. Para frenar toda la energía que producen sus 800 caballos, este M6 ha sido provisto de pinzas de freno delantera de nada menos que 10 pistones. Además, cuenta con suspensión roscada KW V3, un gigantesco alerón trasero y una salida de escape doble en posición central.
No obstante, para asegurar que el nuevo propulsor no exceda su temperatura y pueda funcionar sin problemas, se han añadido dos radiadores y dos enfriadores de aceite. El vehículo está actualmente a la venta en Sudáfrica por un precio que no ha sido publicado.
Lo mejor será que lo escuchéis en el banco de pruebas…
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Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
