Durante muchos años Koenigsegg se ha situado en el olimpo de la velocidad con hypercars tan rápidos como los Bugatti. Un mercado de muchos millones, pero también de tiradas extremadamente pequeñas. Sin embargo algo parece estar cambiado desde que la compañía china NEVS, heredera de lo que un día fue Saab, entrara en escena comprando un 20% de esta compañía. Ahora, el fabricante de superdeportivos está decidido a aumentar su difusión en el mercado tras recibir una inversión de 150 millones de euros y mediante una joint-venture entre ambas compañías.
Pues bien, puede que esos primeros cambios no tarden en llegar porque Christian von Koenigsegg ha reconocido ya que le no sirve su volumen de producción actual. En una entrevista con Bloomberg, el jefe de la marca sueca ha dicho que entre sus planes está producir anualmente cientos de vehículos a partir de 2022 e incluso más adelante alcanzar los mil al año.
Mucho tendrá que decir en este objetivo de la marca un nuevo modelo de entrada a la gama confirmado por el propio Koenigsegg que tendría un precio aproximado de un millón de dólares y que según algunos datos podría contar con un propulsor híbrido con 1.065 CV de potencia empleando el V8 de la casa con la tecnología “freevalve" que haría a este motor neutro en emisiones de CO2.
Eso sí, para llegar a esos "cientos de clientes extra" habrá que buscar más instalaciones porque en la planta de Angelholm –Suecia–, donde se ensamblan ahora los modelos de la marca actuales, no hay posibilidad de ampliación para un proyecto así. Por ello, aprovechando esta nueva alianza, este nuevo Koenigsegg se producirá no muy lejos de allí, en las antiguas instalaciones de Saab en Trollhattan.
Más lejana queda la idea de producir miles de coches al año, sobre lo que Koenigsegg aún no ha aclarado mucho. Desde luego para conseguirlo deberán pensar en un modelo que compita con pesos pesados como el Ferrari 488 GTB, Lamborghini Huracan, y McLaren 720S.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
