Uno de los impuestos que todos los españoles debemos pagar a la hora de comprar un vehículo, ya sea nuevo o usado, es el de matriculación, el cual pasó a ser competencia de las Comunidades Autónomas en 2008. Para calcularlo, se tienen en cuenta tanto el precio del modelo elegido (antes de impuestos) como sus emisiones de CO2, quedando exentos todos aquellos que no superen los 120 gr/km.

Por norma general, la gran parte de los SUV que se venden en nuestro país emiten una cantidad superior a esta, por lo que la cuantía recaudada suele ser más elevada a medida que la popularidad de este segmento crece, una tendencia que parece no tener fin. Es por ello que, según los datos publicados por la Agencia Tributaria, los ingresos obtenidos por el impuesto de matriculación en nuestro país se situaron en 49,23 millones de euros en abril, es decir, una subida del 25% con respecto al mismo mes del ejercicio anterior. Además, si tenemos en cuenta los cuatro primeros meses de este 2019, la cuantía asciende hasta los 197,99 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 33,8% con respecto a 2018.

Al igual que en los meses anteriores, el aumento en la recaudación de este impuesto tiene como gran protagonista la creciente demanda de los SUV.

Siguiendo con los datos publicados, la cuota media que han pagado los conductores por este impuesto se sitúa en los 456 euros en el mes de abril, lo que represente un aumento del 37% en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que el precio medio incluido el impuesto fue de 17.741 euros, es decir, un 4% más. Por otro lado, las emisiones medias de dióxido de carbono de los modelos vendidos en España durante el mes pasado fueron de 121 gr/km (3 gramos más que en 2018) y la base imponible de estos (valor del vehículo) fue un 5,7% inferior al pasado año, con un total de 1.867 millones de euros.

Si tenemos en cuenta todo lo anterior y lo aplicamos a los cuatro primeros meses de 2019, tenemos que la cuota media abonada por el impuesto de matriculación fue de 475 euros, es decir, un 45% más que el pasado año (327 euros en 2018), mientras que el precio medio incluido el impuesto fue de 17.583 euros, lo que supone un 3,8% más. Si pasamos a las emisiones de CO2, la media se situó en 122 gramos por kilómetro (5 gramos por encima de 2018), terminando con una base imponible cifrada en 7.245 millones de euros, lo que representa una reducción del 5,1%.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta