El Hyundai Santa Fe es uno de los pilares clave de la marca surcoreana en el segmento SUV, un modelo que ya hemos visto en distintos escenarios, ya sea servir al Papa Francisco, cruzar la Antártida, hacerse descapotable o incluso pasar por el gimnasio para cruzar el desierto. Sin embargo, nunca habíamos contemplado un ejemplar tan salvaje como el que ahora te presentamos.

Construido por el preparador californiano Bisimoto para el Sema Show de Las Vegas de 2016, el SUV coreano ha visto modificada tanto su imagen como, especialmente, su mecánica y es que se ha despedido de manera definitiva de su modesto propulsor de cuatro cilindros y de la transmisión conservadora con la que salió de la fábrica. En su lugar, el equipo de este especialista ha optado por introducir una mecánica que también procede de la propia Hyundai, aunque reservada a productos mucho más deportivos y llamativos que el Santa Fe.

Se trata de un bloque V6 atmosférico de 3.8 litros, el mismo que incorpora el Genesis Coupé, por ejemplo, ofreciendo más de 300 CV en función de las distintas configuraciones pero que en esta ocasión ha sobrepasado todos los límites. Gracias a la presencia de dos turbocompresores, componentes forjados, ECU optimizada y combustible E85, entre otras cosas, el Santa Fe arroja sobre la carretera una sorprendentes 1.024 caballos, entregados a las ruedas traseras, en lugar de a las cuatro, a través de una caja de cambios manual de seis relaciones.

Lo mejor de todo esto no son las cifras como tal sino poder ver en plena acción a los más de 1.000 caballos y unos neumáticos que no paran de soltar humo mientras las ruedas traseras tratan de canalizar todo ese torrente de energía. La escena viene acompañada de la banda sonora del V6 turboalimentado y de los petardazos del sistema de escape. Sería interesante darse una vuelta en esa máquina pero como eso no parece posible, a día de hoy, lo mejor será disfrutar del siguiente vídeo.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta