El pasado 20 de mayo la región de Emilia Romagna sufrió uno de los peores terremotos de los últimos años en la zona norte de Italia. Ferrari no dudó ni un instante en mostrar su apoyo a los damnificados celebrando una subasta de objetos únicos de la firma del Cavallino.
Entre ellos encontramos últimas piezas de coleccionista como los cascos de los dos pilotos oficiales, Fernando Alonso y Felipe Massa, un motor V8 perteneciente a un Fórmula 1 de la Scuderia o la joya de la subasta, el Ferrari 599XX EVO, la versión de carreras que se basa en el cupé V12 italiano. Al final, la escudería italiana consiguió recaudar 1,8 millones de euros de los cuales 1,4 pertenecen al citado vehículo que compró Benjamin Sloss, un alto directivo de Google.
Único y muy exclusivo, el Ferrari 599XX EVO es una máquina casi inalcanzable debido a su alto precio y a su limitadísima producción. El nuevo propietario de esta máquina de circuito cuenta además con una decoración muy llamativa en la que predomina el amarillo chillón. Tampoco faltan detalles como la bandera americana en los laterales del inmenso alerón trasero.
Ferrari aprovechó la celebración el pasado fin de semana del Gran Premio de Monza para citar al afortunado propietario para hacerle entrega de las llaves de su tan esperado vehículo. En el acto estuvieron presentes como representación del fabricante italiano sus dos pilotos oficiales y su presidente, Luca Cordero de Montezemolo.
El Ferrari 599XX EVO que ya se encuentra en tierras americanas cuenta con un motor 6.0 V12 atmosférico que entrega nada menos que 750 caballos a 9.000 revoluciones y ha sido capaz de rodar en Nürburgring en menos de siete minutos, toda una hazaña.
