No hace mucho el mundo de los deportivos estaba protagonizado por coupés con motor atmosférico. Sin embargo hace tiempo que incluso en este mundo la turboalimentación se ha abierto paso para convertir a los atmosféricos en un rara avis, igual que hablar de un deportivo ya no significa solo hablar de un bajo coupé sino que los SUV también se han apuntado a la fiesta de las altas prestaciones.
El Ferrari 458 Speciale y el Lamborghini Urus representan precisamente el final y el inicio de esas dos épocas. Por un lado el cavallino es el último deportivo con motor V8 atmosférico creado por Ferrari, lo que lo ha convertido además en una pieza muy codiciada. Por el otro, el Lamborghini Urus es el primer SUV de una marca tan históricamente ligada a los superdeportivos como Lamborghini (si no tomamos al LM002 como un SUV) y uno de los principales representantes de esta nueva hornada de SUV deportivos que están mostrando hasta donde pueden llegar esta clase de vehículos en lo que se refiere a rendimiento.
Dos vehículos muy diferentes que a pesar de todo nos dejan un enfrentamiento en tres drag race mucho más disputado de lo que podría parecer. Hay que tener en cuenta que este Speciale no es uno cualquiera, sino que ha sido modificado con algunas novedades como un escape personalizado que además ofrece una melodía simplemente adictiva por lo que no sabemos que números arroja ahora este V8 atmosférico de 4.5 l y tracción trasera.
Por otro lado tenemos un Urus, que en este caso sí es de serie, con 650 CV y 850 Nm de un V8 biturbo 4.0 que van directos a una tracción total perfecta para esta clase de pruebas y con la que podrá contrarrestar su penalización en peso y entrega de potencia respecto al Ferrari atmosférico.
Recordamos que son tres carreras. ¿Cual de las dos históricas casas italianas saldrá victoriosa de este enfrentamiento?
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
