Desde el 1 de julio de 2012, todos los neumáticos que se venden en la Unión Europea llevan una etiqueta en la que se especifica tanto su resistencia, como su capacidad de agarre y rumorosidad. Esta información se incluye en un adhesivo que tiene tres apartados con letras, desde la A a la G.
Conocer estos datos es importante tal y como señalan desde Goodyear-Dunlop: “Podemos demostrar como la diferencia entre los neumáticos con graduación A y G en el caso de un turismo puede equivaler a un ahorro de 300 euros durante la vida del neumático y a 18 metros de diferencia en la distancia de frenado”.
El objetivo de esta etiqueta es orientar al usuario para que pueda elegir según sus necesidades los más más seguros y por que no ecológicos, así que es necesario conocer toda la información que detalla. Desde Infotaller nos desvelan cuales son estas claves.
Como te comentábamos, y puedes ver en la imagen adjunta, la etiqueta consta de tres apartados: Ahorro de combustible y eficiencia energética, seguridad y adherencia en superficie mojada y ruido y contaminación acústica.
1.- Ahorro de combustible y eficiencia energética: Se basa en la resistencia a la rodadura del neumático, un aspecto que influye en el ahorro de combustible y en las emisiones de CO2 del vehículo. De hecho, según la elección se puede conseguir hasta un 20% de ahorro de combustible, en función de la letra establecida, en una escala desde la A (verde) hasta la G (roja). La primera permitiría lograr el máximo ahorro y la G el mínimo. Los marcados con esta última ya no se comercializan, al igual que los etiquetados con la F desde el pasado mes de noviembre. Asimismo, la calificación D no se utiliza en los turismos.
2.- Seguridad y adherencia en superficie mojada: Son dos aspectos fundamentales que inciden en la conducción. En la etiqueta se representa con un neumático y encima una nube que descarga agua. La letra A hace referencia al nivel máximo de adherencia y la G al mínimo, aunque las calificaciones D y G no se utilizan en turismos.
Por poner un ejemplo, los neumáticos con calificación A ofrecen hasta 18 metros menos de distancia de frenado que unos con calificación F, si pisamos a fondo el freno a 80 kilómetros/hora.
3.- Ruido y contaminación acústica: Se mide en decibelios –dB- con una escala logarítmica que supone que una pequeña diferencia de 3 dB puede suponer el doble de nivel de ruido externo del neumático.
El nivel de ruido se produce por el roce de la banda de rodadura con el asfalto y se establece con un icono de un neumático y tres ondas y un valor numérico. Una onda negra indica es silencioso (3 dB menos que el límite europeo o un nivel menor). Dos ondas negras, que emite un ruido moderado (entre 0 y 3 dB menos que el límite europeo). Y tres ondas negras, que es un neumático ruidoso que supera el límite europeo de decibelios.
Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.