Hace unos días ocurrió un hecho muy gracioso y llamativo en un barrio residencial en la ciudad de Montreal que, seguramente, no olvidarán la patrulla de Policía encargada de vigilar esa zona determinada cubierta íntegramente por la nieve.

Un buen día un canadiense llamado Laprise Simon pensó que la mejor manera de mostrar sus dotes como escultor sería aprovechar toda la nieve apilada en un montón situado frente a su casa y diseñar una obra que se asemejara lo más posible con la realidad. Y dado el final de la historia, parece que su trabajo fue todo un éxito.

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Si nos fijamos en las imágenes extraídas de su perfil de Facebook veremos como el protagonista es un coche aparcado en mitad de la calle con una capa de nieve que cubre toda su carrocería, a excepción de un limpiaparabrisas frontal. La Policía que pasaba por allí vio que el coche estaba mal aparcado y procedieron a colocarle una multa bajo el limpia, pensando que aquello sería uno de los muchos casos a los que están acostumbrados.

Sin embargo, la sorpresa y el quid de esta historia residen en la sorpresa que se llevó el agente al comprobar que aquello no era un ‘Toyota Supra’ sino un coche fabricado completamente de nieve. Nuestro protagonista gozaba de su obra viendo desde la ventana la situación que se estaba produciendo y más si cabe ante la reacción que tuvo el policía dejando una nota que decía “nos alegraste la noche”.

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Como no podía ser de otro modo la historia se ha hecho viral y la fotografía de la nota de los agentes ha recibido numerosos comentarios que habrán servido, en cierto modo, para pasar un rato divertido con esta anécdota tan peculiar.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta