Este Honda Civic Type R termina siniestro en el día de su estreno

Greg Ellinsgon recorrió una gran distancia para estrenar su nuevo Honda Civic Type R. Como no todos los días se tiene el placer de conducir el deportivo de tracción delantera más rápido en Nürburgring, no dudó en viajar hasta Boston, Estados Unidos.

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El plan de viaje era relativamente sencillo y pasaba por regresar hasta Philadelphia por carretera, al volante del preciado compacto japonés. Greg preparó el coche para su misión, protegiendo las zonas del interior con sumo cuidado y contratando un seguro especial por el que pagó 2.200 dólares adicionales. Por supuesto, inició la marcha con precaución, consciente de que eran los kilómetros iniciales de este modelo pero su placentero y tranquilo viaje no tardó en finalizar de la peor manera posible.

El Civic Type R cuesta 38.400 euros en nuestro mercado y monta un propulsor 2.0 Turbo de 320 caballos que le permite pasar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos.

Al llegar a la altura de un vehículo más lento el importador frenó con tan mala suerte de que el vehículo que le seguía no se percartó y se le abalanzó por detrás, lanzándolo hacia el coche de delante. El choque fue tan fuerte que se saldó con serios daños en la parrilla delantera, el paragolpes, el capó y el faro izquierdo del Civic, si bien tanto el radiador como el motor resultaron intactos. La peor parte se la llevó la zaga del Type R, cuyo parachoques quedó seriamente abollado, perdiendo los elementos decorativos propios de esta versión. El portón también resultó completamente destrozado, incluida una luneta posterior que acabó hecha añicos sobre los asientos posteriores de este Type R, que iban precintados al igual que los delanteros, el volante y el pomo del cambio.

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Sin duda, lo mejor fue que ninguno de los conductores implicados sufrió lesiones de importancia y ahora el gran misterio es saber qué sucederá con este Civic Type R pues el seguro especial de Greg cubre el 100% del valor del mismo y por tanto, está en su derecho de mandarlo a achatarrar y comprar otro nuevo. Desde luego, la unidad en cuestión también es perfectamente reparable así que esperemos que éste no haya sido su primer y último viaje.