A medio camino entre las denominadas berlinas coupé y los gran turismo, el último Mercedes CLS se ha posicionado como una alternativa tan válida para el Volkswagen Arteon como para el Porsche Panamera pero lo que podríamos definir como un posicionamiento excelente, plantea ahora ciertos quebraderos de cabeza en Stuttgart.
Durante el estreno del CLS de última generación, en el Salón de Los Angeles, los responsables de Mercedes rehusaron contestar cualquier pregunta sobre las variantes AMG que históricamente han acompañado a este modelo y el presidente de la división deportiva, Tobias Moers, confesó recientemente a Automotive News que el tope de gama para este modelo sería un Mercedes-AMG CLS 53 que nosotros también te adelantamos recientemente.
Todo apunta a que Mercedes no quiere dotar de un V8 biturbo con la apariencia salvaje del modelo que ilustra esta noticia, cortesía de X-Tomi y con la mecánica V8 biturbo de sus antecesores para no restarle protagonismo a su verdadero gran turismo, el Mercedes-AMG GT 4 que se encuentra ya en avanzado estado de gestación.
De esta forma, los Mercedes-AMG CLS 63 y 63+ serán historia muy pronto impidiéndonos disfrutar de sus 557 y 585 caballos en este modelo e invitándonos a buscar sensaciones en un GT 4 presumiblemente más sofisticado… y costoso. Éste sí incorporará un V8 potente pero nada que ver con el 4.0 de 805 caballos que lució como concept car. Se espera que entregue 462, 525 y 585 caballos, siempre con cambio automático de siete marchas pero con posibilidad de elegir entre tracción trasera o integral.
Por su parte, el CLS 53 se conformará con un V6 de 3.0 litros también turbo alimentado que rondará los 430 caballos pero que asociado a otro eléctrico podría alcanzar los 500 CV.
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