En contadas ocasiones esas personas que poseen una de las 375 unidades producidas del McLaren P1 o una de las 499 del LaFerrari nos abren las puertas de su garaje para enseñarnos lo que para ellos simplemente son "sus coches". Sin embargo, el jeque árabe que se ha dignado ha hacerlo en esta ocasión no sólo tiene en su poder ambos hypercars, sino que los deja convivir con fieras reales.
Sí, lo que vas a ver en el vídeo que viene a continuación son dos cachorros de león blanco, una raza realmente valiosa, paseándose junto a los McLaren y Ferrari más rápidos y exclusivos de la historia. Se dice pronto, ¿verdad? Pues no pierdas detalle porque el Youtuber Effsport nos muestra también otras lindezas como un Bentley Continental Flying Spur, un Land Rover Defender de edición limitada, un Suzuki 4x4, un quad y diferentes bicicletas. Sí, todo junto y sobra espacio para el sofá y la tele. Literalmente.
La casa es propiedad de un importante jeque de Qatar cuya identidad no ha sido revelada y en su particular garaje millonario, también tiene enmarcados los autógrafos personalizados de Leo Messi y Cristiano Ronaldo, considerados los dos mejores jugadores del fútbol contemporáneo, así como los de Wayne Rooney y Ryan Giggs, iconos del Manchester United.
No está nada mal, ¿verdad? aunque sin duda lo más contradictorio es ver cómo los leones campan a sus anchas junto a los McLaren P1 y LaFerrari, ambos valorados en más de un millón de euros y forrados completamente por dentro para evitar cualquier posible desperfecto por las personas encargadas de arrancar y mover los coches. Se ve que si éstos los causan los felinos, no hay ningún problema.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
