Os hemos contado en muchas ocasiones que las apariencias engañan y lo que aparentemente puede parecer un coche sencillo y original puede esconder una bestia salvaje bajo su capó que le permita dejar en ridículo a más de uno. El último en sorprendernos ha sido este Jeep Wrangler del año 2005.
No es la primera vez que vemos al icónico 4x4 recibiendo una transformación de este tipo en la que el ‘corazón’ original del todoterreno americano cambia por uno de mayores prestaciones. A comienzos del verano veíamos como un ejemplar anunciado en Craigslist recibía el motor 2JZ-GTE de un Toyota Supra y ahora nos topamos con este otro que recibe nada menos que el del Dodge Viper SRT10.
El salvaje propulsor de 10 cilindros en uve con 8.3 litros de cilindrada y 500 caballos de potencia ocupa el lugar destinado a un modesto motor pensado para realizar travesías por el campo. Con semejante cambio mecánico, el resto de componentes debían de estar a la altura y a decir verdad, lo están, ya que todo el tren de transmisión de este Wrangler ha sido sustituido para poder estar a la altura del monstruo que encierra.
La suspensión ha sido modificada y la altura del vehículo es 20 centímetros más alta que el modelo original; cuenta con palieres artesanales y unos ejes robustos procedentes de Ford, para el delantero, y Dana, para el trasero. Por otro lado, aparecen unas llantas de 20 pulgadas montadas sobre unos enormes neumáticos Mickey Thompson Baja ATZ de 35 pulgadas, con un equipo de frenos heredado del propio Viper. Además, incorpora una transmisión Chrysler 48RE automática de cuatro relaciones.
Este ejemplar cuenta con 36.200 kilómetros en su odómetro y su precio es de 52.000 $ (43.200 euros al cambio). Se une a otros vistos en los últimos días en este portal como el Tesla Model S limusina o el Ford Focus RS, entre otros.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
