Conducir un Bugatti Veyron no es tarea fácil, está claro que 1.001 caballos de potencia son muchos y la probabilidad de que se desboquen es bastante alta, pudiendo dar lugar a accidentes que cuestan un buen pico a las aseguradoras. En algunos casos las casas de seguros no tienen más remedio que sacar su chequera y resignarse a pagar –aunque luego intenten sacar algo de rentabilidad al asunto–, pero no siempre es así, ya que a veces las cosas no cuadran, y es que no es la primera vez que alguien intenta estafar a su seguro.

Un ejemplo de ello es lo sucedido con Andy House, el propietario de uno de los primeros Veyron en producirse –algunos medios apuntan a que se trata de la primera unidad de las 300 producidas–, que en 2009 fue a parar con su deportivo al lago LeMarque, en Texas, Estados Unidos. El incidente fue grabado en vídeo por un aficionado que pasaba por el lugar en el momento de los hechos, y tras subirlo a internet, corrió como la pólvora por la red, acumulando más de cinco millones de visitas en YouTube. La grabación no pasó desapercibidad para la aseguradora del señor House, Philadephia Seguros, que después de verlo detenidamente y estudiar lo ocurrido, concluyó que estaban intentando estafarla; su siguiente paso fue demandar al protagonista del accidente.

Tras la celebración del juicio, Andy House se enfrenta a una condena de 20 años de prisión. Se le acusa de estafa por accidentar intencionadamente su deportivo de un millón de dólares, asegurado en 2,2 millones. Philadephia seguros también alega que intentó sobornar a alguien para robar el coche y cobrar así el seguro. A falta de que la sentencia final sea publicada, las cosas pintan muy mal para este aficionado al motor que no supo disimular lo suficiente a la hora de arrojar su Veyron al agua.

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