En la actualidad como en los últimos años es frecuente encontrar en televisión y otros medios, anuncios que nos advierten de los efectos del alcohol al volante. Estas campañas de concienciación, reportajes y otros métodos que, en definitiva, nos han mostrado el peligro real de conducir con alcohol en sangre.

Sin embargo, a juzgar por las cifras que se desprenden del estudio a nivel europeo DRUID (siglas en inglés de conducción bajo la influencia de alcohol y otras drogas) parece que no existe la misma conciencia entre los conductores de nuestro país. De un total de 3.407 conductores analizados, casi un 17% había consumido antes de ponerse al volante alguna sustancia que pueden afectar la capacidad para una conducción segura como el alcohol u otras drogas. Y dentro de estos análisis positivos, el 27% habría consumido alcohol y el 65% drogas de abuso, siendo las más frecuentes el cannabis y la cocaína.

Según el estudio, el ratio alcohol/drogas se ha invertido, de manera que la probabilidad de conducción tras el consumo de drogas es mayor que la conducción tras ingerir alcohol. Este hecho podría atribuirse a que en España, no han existido políticas disuasorias del consumo de drogas antes de la conducción, como si que ha ocurrido con el alcohol.

Otras conclusiones serían que los hombres (19,1%) son más propensos a conducir bajo los efectos de alguna sustancia frente a las mujeres (7,5%), siendo los varones menores de 25 años los que dan positivo con mayor asiduidad. También se observa que la conducción tras el consumo de drogas de abuso (no incluimos el alcohol) disminuye a medida que aumenta la edad y es más frecuente en horarios de madrugada y en ciudad que en carretera.