El coche autónomo de Google continúa de pruebas en Estados Unidos y si hace poco os contábamos que había sufrido dos accidentes al ser envestido por sendos conductores, hoy hemos conocido que la policía de Mountain View, California, lo detuvo recientemente por circular a una 'velocidad anormalmente reducida'.

Concretamente, el prototipo de pruebas rodaba a 38 km/h en una zona limitada a 56 km/h, algo que efectivamente estaba dentro de los límites legales pero que suponía un riesgo evidente para un tráfico que circula generalmente a mayor velocidad en esta zona.

A los agentes les llamó la atención que un conductor circulara tan despacio aunque no tardaron en percatarse de que no había, al menos como tal.

Según han confirmado desde Google, el incidente se salvó sin mayores consecuencias, aunque la imagen del Google car con el agente esté dando la vuelta al mundo en la red en estos momentos. Al parecer, "el policía se aproximó a los trabajadores para aprender cómo funciona el coche y cómo sabía en cada momento a qué velocidad circular".

Según la compañía americana esto tampoco es un caso excepcional pues "como lo sucedido con este agente, hay mucha gente que nos para por la calle para saber más sobre nuestro proyecto" aclaran y por supuesto "nunca nos han multado" sentencian en toco jocoso. No les faltará razón seguramente, pero desde aquí advertimos a los conductores de la zona, tengan cuidado hay un vehículo-robot respetando estrictamente los límites de velocidad en su zona. Encontrárselo puede no ser algo divertido en determinadas circunstancias.

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.