Los españoles aprovechamos los últimos avances tecnológicos para conducir. Según sostiene un reciente estudio, más del 80% emplea algún sistema de asistencia a la conducción, ya sea porque está integrado en el propio vehículo, porque se trata de alguna app que se ha descargado en el móvil o porque cuenta con un dispositivo GPS.

Apoyándose en la tecnología, los conductores buscan "información actualizada sobre el estado de las carreteras, la climatología o posibles obstáculos" para en definitiva, "mejorar la seguridad al volante". Esto es lo que han declarado los entrevistados en este estudio, el problema radica en que entre esos "obstáculos" de la carretera, la gran mayoría incluye a los radares.De esta forma, el 69% de los conductores utiliza algún tipo de avisador de radares, de los cuales el 10% reconoce que se trata de detectores y el 1% de inhibidores, estos dos últimos ilegales.

"Aunque parezca increíble, aún hay conductores que compran dispositivos como inhibidores y detectores de radares pensando que son legales. De hecho, lo paradójico es que en el caso de los detectores su venta es legal aunque su uso no lo sea", denuncia Gregoire Destre, Country Manager de Coyote para España y Portugal. Así se explica que hasta el 70% de sus usuarios crean que los detectores son legales, tanto como manejar la aplicación de un móvil o un navegador que advierte de la presencia de radares fijos o posibles móviles en determinadas zonas.

La venta de detectores de radar no está prohibida en España, pero sí su uso.

La asociación de víctimas de accidentes recuerda la diferencia entre entre estos dispositivos: "El detector identifica la frecuencia del radar -fijo o móvil- y avisa de su presencia, pero de ninguna otra incidencia de la carretera. Su utilización es ilegal y conlleva una sanción de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carnet, aunque paradójicamente su venta está permitida. El inhibidor, por su parte, emite una frecuencia que anula la que emite el radar, es ilegal y el mero hecho de encontrarse en posesión supone una sanción de 6.000 euros y pérdida de seis puntos, además de 30.000 euros de multa para el taller instalador. Únicamente los avisadores de radares, que no detectan ni inhiben frecuencias, sino que basan su eficacia en una actualización regular de sus bases de datos, son 100% legales".

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.