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Ya tienes tu coche eléctrico y es el momento de cargarlo. ¿Dónde puedo hacerlo? ¿qué opciones exiten? Desde Red Eléctrica de España (REE) clarifican este proceso, sin duda el más importante tras la adquisición de un automóvil eléctrico. En primer lugar hay que señalar que la recarga puede realizarse en una infraestructura privada o pública. Estas son las diferencias.
Los puntos privados son los que están en el aparcamiento de un domicilio particular o en el lugar de trabajo. Por su parte en el entorno público la recarga se puede efecturar en zonas urbanas
–como aparcamientos, hoteles, centros comerciales –como por ejemplo tiene previsto hacer Ikea– o en la propia vía pública– y en los llamados corredores interurbanos, zonas normalmente situadas donde se concentra gran cantidad de tráfico y que es lo que se conoce como hubs de recarga, donde se agrupan varios dispositivos. En este sentido hay planteados bastantes proyectos, tanto de empresas como Iberdrola, Repsol o Endesa, por citar algunos ejemplos y Google Maps ya ofrece su localización. Incluso hay una propuesta para que se instalen en las gasolineras.
Una vez localizado el punto de carga hay que diferenciarlo en función de la potencia, teniendo en cuenta que, cuando más elevada, menor tiempo de recarga, pero también y mayor coste de la infraestructura. Además, no todas las baterías de los eléctricos están preparadas para soportar la misma potencia. Desde REE señalan que la necesidad de movilidad media en España es de 40 kilómetros diarios, lo que supone un consumo de 6 kWh de energía. Los tipos de recarga que existen actualmente son estos, si bien la evolución en este aspecto es constante. En el apartado coste del sistema de recarga se indica lo que cuesta la infraestructura.
Por otro lado existen distintos tipos de conectores. Por un lado el que equipa el vehículo y por otro la infraestructura, en función del tipo de recarga. Los más extendidos son el Mennekes y Yazaki para carga básica y el CCS combo y Chademo para carga rápida tal y como se recoge en el cuadro adjunto. Asimismo, un punto de recarga puede disponer de distintos tipos de conectores; y además incorporar o no la manguera de conexión. Adicionalmente, existen adaptadores que permiten conectar un vehículo a un punto de recarga con distinto conector. Las opciones son estas:
Las opciones para recargar el vehículo van desde el contrato estándar con un suministrador de energía hasta soluciones integrales de movilidad que ya ofrecen algunas empresas y que incluyen también el vehículo. Desde la derogación del RD 647/2011, de 9 de mayo, por el que se regula la actividad de gestor de cargas del sistema, cualquier consumidor puede ofrecer servicios de recarga. En este sentido hay cuatro posibilidades de lo que se conoce como operadores de movilidad:
1.- Comercializadoras: Venden principalmente energía. Es una solución en la que el suministro de energía puede ser el mismo que el de casa o el del trabajo.
2.- Operadores integrales: Suministran el punto de recarga, la energía y otros servicios adicionales. Suelen ofrecer una red de puntos de recarga a la que acudir.
3.- Proveedores de movilidad: Suelen incluir la disponibilidad de vehículos y también una red de puntos de recarga.
4.- Proveedores de otros servicios: Ofrecen Información y ubicación de las infraestructuras.
