Desde Zaragoza nos llega esta noticia que nos recuerda que, aunque cada vez menos, aún se producen este tipo de fraudes. Esta trama tenía como objetivo principal trucar los cuentakilómetros de varios vehículos que habían sido utilizados como taxis, según informa El Heraldo de Aragón.

El principal acusado y finalmente único condenado ha sido Nicolae Laurentiu Rarinca, quien engañó a dos compradores ya que les vendió coches con muchos menos kilómetros que los que realmente tenían, y por un precio superior al valor venal del vehículo, lo que ha supuesto para el acusado un enriquecimiento ilícito según el Juez, quien ha impuesto al acusado una infracción penal castigada con un año y nueve meses de prisión.

Sirva como ejemplo el caso de un Volkswagen Passat que fue comprado por un cliente con 183.000 kilómetros, cuando en realidad tenía 502.000, ya que había pertenecido a un taxista. El nuevo propietario pagó 3.000 euros por el vehículo que el acusado y ahora condenado había comprado previamente por menos de la mitad, 1.200 euros.

Según el Juez, con varias de estas ventas el acusado ha tenido un enriquecimiento ilícito y por ello se le impone una infracción penal.

El segundo caso también es muy llamativo dado que se trata de un Toyota Prius comprado por Laurentiu por 2.500 euros y con 474.000 kilómetros y venido posteriormente por 3.400 marcando en el cuentakilómetros 52.000.

Estas no fueron las únicas irregularidades del acusado, dado que hay documentados otros cinco casos, pero que no son delito penal –sino una infracción administrativa– dado que fueron vendidos por debajo del valor venal del vehículo.

En total, esta trama protagonizada por Nicolae Laurentiu Rarinca habría restado cerca de dos millones de kilómetros en siete vehículos puestos a la venta.