Alemania acaba de acoger la llamada 'Cumbre del diésel' una conferencia en la que han participado el grupo Volkswagen, BMW y Daimler junto al Gobierno alemán y varias marcas invitadas, concretamente Opel y Ford porque tienen fábricas en el país.

Una de las principales conclusiones que se puede extraer de esta reunión es que los fabricantes de automóviles van a seguir apostando por el diésel, aunque se comprometen a reducir las emisiones en el plazo de tiempo más breve posible.

Este apoyo al diésel por parte de las principales marcas de vehículos se produce después de que multitud de países hayan postado por vetar los vehículos que utilizan este carburante. Reino Unido y Francia han sido los últimos en aunciar medidas.

Antes este panorama, el objetivo propuesto es ambicioso dado que el grupo Volkswagen, BMW, Daimler y Ford se han comprometido a rebajar las emisiones de dióxido de nitrógeno (Nox) en más de un 25% hasta finales de 2018. Para conseguirlo se utilizará un nuevo software para los vehículo Euro 5 y Euro 6, medida que afecta a 5,3 millones de vehículos y que no tendría ningún coste para los propietarios de los vehículos.

Sólo en Alemania 600.000 puestos de trabajo dependen del Diesel.

Además de esta medidas, los fabricantes que han acudido a la 'Cumbre del diésel' también han acordado subvencionar con ayudas la compra de coches Euro 6 y vehículos híbridos y eléctricos Las marcas apuestan por ayudas directas en efectivo para favorecer las ventas.

Ademas de las marcas del grupo Volkswagen, Daimler, BMW, Opel y Ford junto con representantes de algunos estados alemanes han acordado medidas para tratar de evitar restricciones a la circulación de vehículos diésel en las ciudades alemanas, algo que ya ha ocurrido en Stuttgart debido a una denuncia presentada por una asociación ecologista. En esta ciudad incluso se planteó una prohibición total para los diésel para 2018, según informa El País. Una medida que podría haberse extendido a otras ciudades alemanas.

En esta 'Cumbre del diésel' también se han dado a conocer otros datos significativos, como que sólo en Alemania 600.000 puestos de trabajo dependen de la fabricación de coches diésel.