El exceso de carbonilla en las válvulas EGR que regulan el reciclaje de los gases de escape, es el responsable de la avería más frecuente entre los vehículos que están en garantía, con más del 15% de las incidencias registradas. Así lo afirma el Grupo Red Europea de Garantías de Vehículos (REGV). Dicha avería, que muchas veces es detectada en la ITV al exceder el nivel de gases permitido, tiene un coste medio de reparación de 500 euros.

El segundo elemento que más se sustituye cuando el coche está aún en garantía es el turbocompresor, con más del 12% de los problemas y la causa principal es también la acumulación de hollín que desencadena su deterioro y mal funcionamiento. En este caso, su reparación puede superar los 1.500 euros aunque también se puede descarbonizar para ahorrar costes.

El tercer y cuarto puesto en la lista de las piezas más conflictivas, son para el volante bi-masa -o volante motor- y el colector de admisión e inyectores, respectivamente. Ambos con un porcentaje en torno al 10%. La avería más frecuente es el agarrotamiento de los alabes que regulan el paso de aire a los colectores y que pueden producir la carbonización de los mismos. Los precios medios de las reparaciones rondan los 1.000 euros si hablamos del volante bi-masa y de 700 para el arreglo del colector, mientras que el cambio de inyectores tiene un coste final en torno a los 500 por cada uno de ellos.

Sorprende mucho que entre los diez motivos más comunes por el que un coche en garantía entra en taller es por problemas en los elevalunas eléctricos, así como otros mandos: luces, intermitentes, limpiaparabrisas o, incluso, los airbags. La reparación de estos dispositivo tiene un coste medio de entre 400 y 500 euros.

Red Europea de Garantía de Vehículos recomienda realizar el mantenimiento del vehículo en los plazos estipulados por cada uno de los fabricantes para que esté en perfecto estado y así solucionar estos problemas o averías antes de que sea demasiado tarde y mantener la garantía del vehículo, sea este nuevo o usado.