El coche compartido, el llamado carsharing, es el único que favorece un aire más limpio y una movilidad urbana más fácil, dado que permanece más tiempo en circulación y permite que mas usuarios lo utilicen. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado por ALD Automovive al que ha tenido acceso Europa Press. Efectivamente se trata de un fenómeno en pleno auge y que en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona se está extendiendo rápidamente.

De hecho según es responsable de esta empresa de renting Pedro Malla “El coche del futuro estará plenamente conectado, tal vez sea autónomo, pero seguro que será compartido”.

El coche compartido está más tiempo en circulación y permite que diferentes usuarios lo utilicen.

El tema de la conectividad es uno de los apartados que más está avanzando actualmente y se estima que con la llega de las redes 5G tendrá un nuevo auge dado que se abren nuevas posibilidades de conectividad. Según te comentábamos aquí, esta característica resulta fundamental para 7 de cada 10 conductores y de hecho un 66% de los posibles compradores se plantea comprar un coche conectado de última generación, algo en lo que la previsible llegada tecnología 5G tenddrá mucho que decir.

Los coches autónomos son otra de las opciones y de hecho algunos fabricantes ya han anticipado sus propuestas incluso con fechas concretas. Si bien este tipo de movilidad no solucionará juno de los principales problemas del trádico, que se refiere al gran número de vehículos que circulan actualmente, muchos de ellos con un solo ocupante. De hecho Honda planea tener la tecnología lista para 2025 mientras que Hyundai apuesta por 2021, por citar dos ejemplos representativos.

Uno de los principales problemas de la movilidad es la gran cantidad de vehículos que circulan.

En cuanto a la propulsión, el coche eléctrico es una realidad en el mercado dadas las cada día más estrictas leyes anticontaminación. El prinicpal problema de estos vehículos es por un lado el precio aún elevado, unido a la falta de infraestructuras y de litio para la fabricación de baterías, si bien se están estudiando materiales alternaticos, algunos tan curiosos como la cáscara de almendras.

Otra posibilidad es el coche de hidrógeno, que basan su funcionamiento en la mezcla de éste con oxígeno para propulsar el vehículo, un proceso que genera electricidad y agua. La primera se almacena en la batería y el agua se expulsa en forma de vapor por el tubo de escape, por lo tanto solo emiten vapor de agua a la atmósfera. Su principal problema es su elevado coste y la práctica ausencia de infraestructuras de recarga.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.