Una de las asignaturas pendientes de la seguridad vial es evitar cualquier tipo de atropello, incluidos los de ciclistas, que día a día ganan presencia en nuestras ciudades y carreteras. Con la idea de reducir drásticamente este tipo de problemas y minimizar los daños en caso de que sucedan, la empresa estadounidense Brookliness ha desarrollado un casco inteligente que cuenta con varios sistemas de señalización y dos cámaras que vigilan todo lo que sucede alrededor del ciclista y le avisan en caso de peligro.

Conectividad móvil e indicaciones para seguir una ruta establecida

Se llama Classon, y entre otras cosas, es capaz de alertar al ciclista en caso de riesgo gracias a dos videocámaras—situadas en el frontal y la parte trasera— y un sistema de luces colocado en la visera. Otra de sus funciones es la de señalizar los movimientos del ciclista, que son detectados a través de varios sensores para reproducirse en forma de señal luminosa, actuando a modo de intermitente para avisar a los demás usuarios de la vía. De la misma forma, el casco utiliza un acelerómetro para detectar las frenadas y encender una luz roja en su parte posterior.

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Parte del atractivo del casco Classon consiste en la conectividad con dispositivos móviles. Esta característica permite descargar los vídeos grabados en el smartphone e incluso compartirlos en las redes sociales. Asimismo, Brookliness pondrá a disposición de los usuarios una App para planificar rutas mediante el GPS del teléfono y reproducir las indicaciones a través de las luces situadas en la visera. La misma aplicación ofrece la posibilidad de observar las estádisticas registradas en cada ruta o configurar los diferentes parámetros del casco.

Por si fuera poco, el casco dispone de dos huecos a cada lado que permiten atarlo con sistemas antirrobo a la bicicleta o a cualquier objeto que garantice mantenerlo a salvo de los amigos de lo ajeno.

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Gracias al crowdfunding, la empresa ha contado con la financiación necesaria para comenzar la producción en serie del casco, que llegará al mercado en 2017 con un precio cercano a los 300 dólares, algo más de 250 euros al cambio.