Si uno echa un vistazo a la gama de productos ofrecida por los principales fabricantes automovilísticos se dará cuenta de inmediato del enorme abanico disponible. Los clientes son cada vez más exigentes y por ello se lanzan al mercado distintos modelos con carrocerías variadas, siendo muy difícil no encontrar lo que estás buscando.
Quizás por ello, en 2013 nació un ejemplar que no contó con el beneplácito de todos los seguidores de la marca y es que su diseño no era de los más atractivos, aunque su comodidad era un plus con respecto al resto de versiones. Nos referimos al BMW Serie 3 Gran Turismo (GT), un modelo que trataba de mezclar la imagen apuesta de la berlina con la practicidad de la variante familiar (Touring), dando como resultado un producto más largo y ancho que estos, con una notable mejora en la habitabilidad y un confort adicional.
La apuesta de BMW fue arriesgada, realizando un movimiento similar en la Serie 5 – el cual ha pasado a denominarse Serie 6 GT –, y aunque el coche fue poco a poco ganándose nuevos clientes, eso no parece haber sido suficiente para la firma bávara. Decimos esto porque en la hoja de ruta de los alemanes no está contemplada la presencia de este vehículo tan peculiar y es que el presidente de la marca, Harold Krüger, ha confirmado que el BMW Serie 3 GT no tendrá un sucesor en esta nueva generación G20, tal y como adelantan los colegas de Autocar.
Habrá muchos a los que no les sorprenda esta decisión y es que el motivo principal de la retirada del modelo se debe a una importante reducción de costes por parte de la firma automovilística. Desconocemos si en un futuro volveremos a ver por las calles al GT, aunque no parece que así sea si tenemos en cuenta la amplia y diversa gama de productos de la familia SUV de BMW, que ofrece una combinación similar de espacio extra y una posición de conducción más elevada.
Actualizado en 2016, el Serie 3 GT contaba con una amplia gama de mecánicas turbodiésel y gasolina, siendo el más asequible de todos un cuatro cilindros de gasóleo con 150 caballos (318d), mientras que la variante más prestacional (340i) recurría a un seis cilindros turboalimentado, con 3.0 litros y una potencia de 326 caballos, transmitidos a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática de ocho relaciones por convertidor de par.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
