Probablemente sean dos de los sedanes deportivos más prestacionales y deseados del momento y es que el Mercedes-AMG E 63 S y el BMW M5 Competition pueden presumir de unas prestaciones de altísimo nivel y de unas sensaciones propias de vehículos deportivos. No obstante, existen algunas diferencias ligeras entre ambos y eso puede ser esencial a la hora de determinar cuál es el más rápido en línea recta.
Por un lado tenemos al Clase E más salvaje de todos, con un poderoso motor V8 de 4.0 litros que recibe la ayuda de dos turbocompresores para producir 612 caballos y un par máximo de 850 Nm. Para digerir toda esa potencia se encuentra una caja de cambios con embrague multidisco y nueve relaciones que envía la energía a las cuatro ruedas, lo que permite al sedán alemán acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos.
Su rival es el M5, pero no el modelo ‘normal’ sino el más prestacional de todos, es decir, el Competition. Gracias a unos ajustes realizados en el propulsor V8 de 4.0 litros turboalimentado puede ofrecer 13 CV más que el Mercedes, lo que supone un total de 625 caballos, aunque el par máximo es inferior al de su competidor y se conforma con 750 Nm. Por su parte, la caja de cambios es de 8 velocidades y convertidor de par, repartiendo igualmente toda la potencia a las cuatro ruedas.
Los chicos de Carwow han querido enfrentar a estos dos modelos alemanes a una serie de pruebas de aceleración, ya sea desde parado o en movimiento (80 km/h), además de un test de frenado. El resultado final no puede estar más reñido y serán los pequeños detalles los que marquen la diferencia en este duelo tan apasionante. Ponte cómodo y disfruta de los siguientes minutos. ¿Quién ganará?
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
