Si un puente antiguo tiene establecido un límite de carga para todos aquellos vehículos que quieran circular a través de él, sería conveniente respetarlo, ya que las estructuras se pueden deformar e incluso romperse, a pesar de estar diseñadas con coeficientes de seguridad moderados. Sin embargo, el conductor de este autobús parece ir por su cuenta.

El Beaver Bridge en Arkansas, Estados Unidos, tiene un límite de peso de 10 toneladas, tiene un carril de madera y se construyó en 1949. Ni siquiera estos puntos desanimaron al conductor de un enorme autobús, que supuestamente pesaba 35 toneladas, de tomar la decisión de cruzar el puente, con todas las consecuencias que eso conlleva.

El suceso tuvo lugar el pasado 13 de octubre y gracias a un vídeo filmado en la escena podemos hacernos una idea de lo allí sucedido. En el documento podemos ver cómo el puente colgante comienza a ceder en el momento en que el autobús emprende su marcha a través de él. Las cosas se vuelven particularmente complicadas cuando el vehículo llega a la mitad del puente, haciendo que este forme una curva pronunciada que parece suficiente para dividir la estructura en dos.

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En la escena también podemos apreciar a otros conductores haciendo uso del claxon de sus automóviles con el fin, tal vez, de que el conductor del autobús se diese cuenta de lo que estaba haciendo realmente. Afortunadamente, nadie resultó herido y el puente siguió en su sitio. No obstante, el Departamento de Transporte de Arkansas cerró el puente al tráfico días después con el objetivo de realizar el mantenimiento preventivo anual, sin encontrar daños estructurales o defectos en la estructura.

Esperemos que este irresponsable conductor haya aprendido la lección y para la próxima vez no intente una maniobra tan arriesgada como esta. Te dejamos con el vídeo para que lo juzgues tú mismo.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta