Verlo para creerlo. Hasta que no conduzcas con neumático de invierno sobre la nieve pensarás que todas las bondades que se le adjudican a estos modelos son exageradas. El artículo 292 del Código de la Circulación, que exime de cadenas a los vehículos que vayan equipados con estas gomas, demuestra que los elogios son fundados. En CAR and DRIVER lo hemos comprobado con los Blizzak LM001 que Bridgestone empezará a comercializar a partir del próximo septiembre.

A 100 kilómetros del Círculo Polar Ártico, en la pista de pruebas sobre la nieve que tiene Bridgestone en el norte de Suecia, hemos analizado in situ los neumáticos de invierno y los de verano. Y lo hemos hecho a bordo del compacto VW Golf, un todoterreno (Volvo XC60) y un tracción trasera (BMW M3) para ver la respuesta en tres conceptos de coches diferentes. El reto era realizar slalom, recorrer tramos de rally y efectuar rápidas aceleraciones y frenadas de emergencia sobre la nieve.

Con las gomas convencionales fue imposible mantener la trayectoria ni dosificando suavemente la entrega de potencia, ni tratando con extrema delicadeza el pedal del freno, ni manejando el volante con esmerado tiento.
Realizamos las mismas pruebas con los Blizzak LM001. La distancia de frenado es tres veces menor que con los neumáticos de verano, la prueba de la chicane la efectuamos con dominio absoluto y en el tramo de rallyes conseguimos buenos tiempos debido a la ausencia de derrapajes.

Este tipo de ruedas es aconsejable utilizar principalmente en zonas de montaña

Las claves de la proeza se basan en tres aspectos:
1. El compuesto que utilizan estos neumáticos, sílice en un gran porcentaje, junto con negro de carbón – material producido por la combustión incompleta de los productos derivados del petróleo– y polímeros le proporcionan gran agarre en terrenos mojados y nevados;
2. La tecnología Nanoprotect de Bridgestone evita la fricción de los polímeros entre sí y, en consecuencia, el calentamiento;
3. El diseño trapezoidal de las ranuras de la banda de rodadura comprime la nieve de manera que se mantiene dentro del surco. Al realizar la pisada, se favorece el agarre porque el contacto de nieve con nieve es insuperable;
4. Mayor número de laminillas y bloques con vértices romos para una mejor evacuación del agua en terrenos mojados.

Recuerda en cualquier caso que la conducción sobre firmes de baja adherencia requiere mucha precaución. Gira en etapas, en pasos pequeños, sin pisar el pedal del freno, y desconecta el control de crucero para que puedas dosificar el gas en función a las condiciones de cada momento.