Las empresas que están apostando por la tecnología del coche autónomo son multitud, pero en este caso se trata de un tema que puede resultar accesorio: ¿Hasta qué punto influye el color de un coche en el desarrollo de la tecnología para logar una conducción autónoma segura? Es aquí donde PPG, multinacional especializada en la pintura para vehículos, está exprimentando sobre esta cuestión y de hecho según las conclusiones extraídas, la pintura tiene mucho que aportar en el objetivo de contribuir a este objetivo.
Como ya te adelantamos aquí, los tonos negros y grises son algunos de los preferidos por los conductores de todo el mundo. Pero según PPG, cuando pensamos en el coche autónomo, dichos acabados plantean ciertos retos dado que las superficies oscuras absorben mucha más luz que las blancas y esto interfiere en la forma en la que las señales infrarrojas emitidas por los sensores de los coches autónomos son devueltas. El resultado es que estos acabados son menos visibles para los coches autónomos, lo que plantea un problema en términos de seguridad vial.
Ante esta situación PPG propone una pintura que hace vivibles los coches a los ‘ojos’ de los vehículos autónomos. Para ello ha creado una capa específica en el acabado que permite reflejar las señales de los sensores antes de que sean absorbidos a nivel más profundo.
PPG también ha creado un recubrimiento para las baterías que se emplean en vehículos eléctricos e híbridos que ayuda a mantener una temperatura constante. Esta capa también se utilizaría para cubrir sensores y cámaras y proteger así estos dispositivos de las inclemencias meteorológicas como nieve, hielo o suciedad.
Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.
