Si tienes un coche eléctrico o un híbrido enchufable seguro que te habrás visto en la situación de buscar un lugar donde ponerlo a cargar y lo cierto es que no es fácil. Al menos en nuestro país sigue sin haber muchos cargadores públicos y la gran mayoría de la gente no tiene instalado un cargador adecuado en su garaje. Así que llega el momento en el que recurren a cualquier cable alargador para llegar al enchufe de casa, algo que puede ser un gran error.
De hecho según un estudio realizado por la organización de protección al consumidor británica Electrical Safety First tres cuartas partes de los propietarios de modelos eléctricos e híbridos enchufables reconocen haber utilizado cables alargadores inadecuados para cargar sus coches en casa a causa de la falta de infraestructura de carga pública.
En total esta organización consultó a 1.500 propietarios de vehículos electrificados enchufables y hasta un 75% reconocen haber usado cualquier alargador en vez de los cables diseñados para la carga de un coche eléctrico más resistentes tanto a la cantidad de carga como a las intemperie.
De hecho esta encuesta lanza otro pequeño dardo a las administraciones por la falta de infraestructuras, ya que la tasa de crecimiento de vehículos enchufables ha superado hasta seis veces la cantidad de puntos de carga públicos en los últimos cinco años. Y aunque según los datos de Zap Map los lugares de carga superan ya a las gasolineras tradicionales parece ser que la distribución de estas zonas de carga no es todo lo equilibrada que uno podría esperar. Si los datos ya te parecen soprendentes imagínate en España donde la infraestructura dedicada a vehículos enchufables es aún menor que en el Reino Unido.
La organización advierte por tanto a los usuarios del peligro de usar cables estándar para cargar sus coches electrificados y recomienda aprovechar las subvenciones para instalar un punto de carga en casa para el vehículo.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
