En Salones Internacionales como el de Detroit 2016 a menudo nos encontramos con modelos alejados de las grandes marcas pero igualmente llamativos. Este es precisamente el caso del VLF Force 1, un deportivo que comparte nombre con el vehículo oficial del mismísimo Barack Obama pero que desde luego, es bastante más rápido y menos aburrido.
Diseñado por la compañía independiente VLF Automotive sobre la base de un Dodge Viper, añade un frontal completamente distinto que varias entradas de aire directas al motor y con una amplia y baja parrilla que recuerda a la de los Maserati. En segundo término, llaman también la atención los faros y pilotos de led así como el splitter delantero o el difusor de aire posterior, buenos detalles aerodinámicos.
En cambio, bajo el capó es un placer encontrarse un motor como el V10 de 8.4 litros que monta el supercar americano. Además, en este VLF Force 1 es todavía más potente, como no podía ser de otra forma. Concretamente, pasa de los 645 a los 745 caballos e incrementa notablemente su par. Para colmo, podemos sentir toda esa potencia bajo nuestro control gracias a su transmisión manual de seis marchas o bien con la automática de idéntico número de relaciones que es opcional pero admite un manejo secuencial desde las levas del volante.
Además, las prestaciones son realmente envidiables, pues promete una aceleración de 0 a 100 km/h en torno a los 3 segundos y una velocidad punta que ronda los 350 km/h.
Quizá su punto débil sea el precio pues se anuncia desde 268.500 dólares, casi 250.000 euros que se justifican en parte porque sólo se van a producir 50 unidades como ésta. ¿Le darán sus exquisitos clientes potenciales una oportunidad?
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
