“Deportivo, compacto y lleno de tecnología avanzada”, así define Skoda al Vision X, su último concept y el que marca el camino a seguir por su próximo SUV del segmento B. Es decir, estamos ante el que a la postre será el hermano menor del Skoda Karoq o el Seat Arona checo, si lo prefieres.
Siguiendo la línea del citado Karoq, el Skoda Vision X Concept presenta unos afilados grupos ópticos delanteros con tecnología led, bien escoltados por otros más cuadriculados emplazados justo debajo de éstos. La amplia parrilla cromada o el parachoques delantero, son más propios también de un modelo definitivo que de uno conceptual y siguen el estilo SUV de los Skoda actuales.
No obstante en la zaga encontramos un diseño más atrevido y desenfadado, con un portón que presenta una marcada línea divisoria que se extiende desde la cintura del coche y que atraviesa unos pilotos alargados y con una estética más diferenciadora. Por supuesto, tampoco faltan los plásticos protectores para los bajos, los pasos de rueda los paragolpes, tanto delanteros como posteriores, elementos éstos que junto con las barras longitudinales del techo o los espejos retrovisores podrían llegar así al modelo definitivo.
En cambio, las cuatro puertas laterales de apertura táctil o el interior con numerosos detalles lumínicos, aportan el punto de fantasía que se espera en un prototipo. Lo que más destaca de este habitáculo no obstante, es su gran pantalla central y su habitabilidad, pues está capacitado para acoger cinco plazas y un maletero de 380 litros.
Pero si a nivel estético resulta interesante, con la mecánica de este Skoda Vision X sucede exactamente lo mismo. Asocia un compacto motor 1.5 de gasolina que puede funcionar también con gas natural –GNC– a otro eléctrico, de modo que estamos ante un híbrido que además, es bifuel. Skoda denomina a esta motorización 1.5 G-TEC y subraya que además de GNC, puede alimentarse de biogas, un combustible incluso más ecológico por su proceso de producción y por su menor índice de emisiones contaminantes.
El 1.5 G-TEC declara una potencia de 130 caballos, un par máximo de 200 Nm y unas emisiones de CO2 menores de 90 gramos por kilómetro. Este motor mueve el tren delantero, mientras que del trasero se encarga el motor eléctrico, dotando así de tracción 4x4 al Vision X cuando el conductor así lo requiere. No obstante, el sistema sólo garantiza 2 kilómetros de autonomía eléctrica para condiciones de entorno urbano o para salir desde parados o maniobrar, algo que permite realizar con el motor de combustión apagado mientras que en carretera, la tracción puede ser delantera –con el motor de gasolina o gas– o integral, con el eléctrico funcionando a la vez.
Una de las grandes utilidades de este sistema es su autonomía, cifrada en 650 kilómetros para este SUV urbano de 4,26 metros de largo, 1,81 de ancho y 1,54 de alto, que calza llantas de 20 pulgadas –con diseño “3D”– y cuyo peso no ha sido revelado. Lo mismo sucede con su fecha de lanzamiento. Skoda subraya en su comunicado oficial que desde ahora y hasta 2025, "expandirá ampliamente su gama de vehículos híbridos y eléctricos en varios segmentos", pero no ha precisado nada más al respecto. Presumiblemente, este SUV subcompacto será uno de los modelos que contará con una de estas motorizaciones y su llegada al mercado se espera en torno al año 2020.
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