Los amantes del Mustang están de enhorabuena porque una de sus variantes más emblemáticas, el GT500 de 1967, ha 'resucitado' en manos de Classic Recreations. Los especialistas de Oklahoma recrean aquel modelo firmado por Shelby empleando la base del muscle car de la época y añadiendo una serie de componentes tanto clásicos como modernos hasta crear este Shelby Mustang GT500CR.

La mezcla no puede ser más interesante porque tenemos por un lado un Mustang cuya estética exterior e interior respeta al máximo el modelo clásico, pero por el otro, está repleto de componentes modernos que mejoran su comportamiento y elevan sus prestaciones de forma drástica. En este apartado son cruciales, sobre todo, las nuevas suspensiones, con muelles y amortiguadores de gran firmeza, pero también el equipo de frenos firmado por Wilwood, fundamental para contener el empuje de una mecánica demencial.

En el interior sólo nos encontramos con un elemento moderno, el equipo de sonido con una completa dotación de altavoces.

Nos referimos a un bloque V8 de 7.0 litros que descarga nada menos que 825 caballos sobre las ruedas traseras mediante una transmisión manual Tremec de sólo cuatro velocidades. Una lástima que el especialista no revele todavía sus prestaciones.

Desde luego, con esta mecánica y un interior único, conducir este GT500CR debe de ser toda una experiencia. El buen gusto de Classic Recreations y sobre todo la enorme potencia del propulsor compensan la falta de encanto respecto al original, lo que no sabemos si te va a gustar tanto es su precio. Hablamos de 219.000 dólares, unos 194.000 euros al cambio, para un coche que sólo se podrá reservar en Estados Unidos. Y pocos, muy pocos serán los afortunados.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.