Tras el estreno de los Opel Insignia 2013 e Insignia Country Tourer, la gama de la remozada berlina de Opel se completa con este poderoso OPC, que ya ha confirmado su asistencia al Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt.

Como podéis comprobar en un primer vistazo, el Insignia OPC 2013 seguirá siendo uno de los modelos más radicales de su categoría. El restyling no ha hecho otra cosa que ensalzar sus elementos deportivos, tales como las entradas de aire en el frontal –que ahora son dobles–, los parachoques traseros y delanteros –más grandes– o las llantas, que siguen siendo de 20 pulgadas y diseño exclusivo.

Su mecánica, por otro lado, se mantiene algo más invariable y el motor V6 turboalimentado de 2.8 litros mantiene su potencia, 325 caballos, así como un par máximo de 435 Nm. Todo este poderío se transfiere a las ruedas de ambos ejes mediante un embrague de tipo Haldex que le permite pasar de 0 a 100 km/h en seis segundos y superar la barrera de los 250 km/h.

Las cifras de consumo y emisiones medias continúan siendo las mismas: 10,6 litros a los 100 kilómetros y 246 gramos/kilómetro de CO2.

En el apartado de mejoras, destaca su nuevo chasis FlexRide, de amortiguación adaptativa, que ha sido debidamente revisado. Pero quizá, más significativo que esto todavía, es la reforma en materia electrónica que ha permitido afinar el funcionamiento de los controles de estabilidad y tracción.

El Opel Insignia OPC 2013 se comercializará este mismo otoño tanto con la carrocería denominada berlina (con cuatro y cinco puertas), como en su variante familiar Sports Tourer y su precio superará los 40.000 euros.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.