En el equipo NextEV TCR –Team China Racing– no sólo han tenido tiempo de mejorar notablemente su monoplaza para la temporada 2016/17, también han dedicado sus esfuerzos a desarrollar el supercar eléctrico que tenéis en imagen. Sí, los chinos quieren hacer historia con un biplaza de motor central, diseño rompedor y mecánica eléctrica, capaz de batir en aclaración a los denominados hypercars, modelos como el Bugatti Veyron, el McLaren P1, el Porsche 918 Spyder o LaFerrari.
Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, los superdeportivos eléctricos tienen una ventaja clara en este aspecto, pues se benefician de un par motor muy elevado desde un régimen de revoluciones ínfimo pero a cambio, sus pesadas baterías lastran sus capacidades en circuito. Para compensar esta circunstancia, nada como contar con el apoyo técnico de un equipo de carreras como el NextEV TCR, inmerso en la Fórmula E.
Al parecer, estos ingenieros han logrado equilibrar su comportamiento en curva gracias a la aerodinámica y al reparto de las masas. De paso, han liberado más de 1.000 caballos de potencia –algunos indican que más de 1.300 CV– de un motor eléctrico del que conocemos todavía pocos detalles. Lo mismo sucede con la batería, el secreto mejor guardado de NextEV.
Los planes del magnate chino William Li pasan por crear un icono del automóvil que se producirá en serie limitada y se podrá reservar en todo el mundo pero que servirá de avanzadilla para una gama de turismos que se comercializarán básicamente en China. La marca estudia también en estos momentos el mercado estadounidense.
Faraday Future FF 91: El futuro comenzaba hoy
Rimac Concept_One: Súper eléctrico de 1.088 caballos
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
